Aunque la primavera es una de las estaciones favoritas para muchos, para una gran parte de la población supone una auténtica tortura a causa de las alergias. Para minimizar sus efectos, podemos seguir unos consejos dentro de nuestro hogar que hagan esta enfermedad más llevadera.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las enfermedades alérgicas afectan en España a un 30% de la población, de la cual unos 8 millones de personas tienen alergia primaveral. Y lo cierto que es una enfermedad que dificulta el desarrollo del día a día provocando molestos síntomas como estornudos, lagrimeo, picor de garganta, mucosidad…
Los expertos coinciden en evitar la exposición a los alergenos en la medida de lo posible. Cerrar las ventanas al viajar en coche, utilizar gafas de sol para proteger los ojos y el uso de la mascarilla pueden ayudar a los alérgicos cuando salgan a la calle a minimizar estos síntomas.
Una vez en casa, desde Vivienda Saludable te recomendamos ser muy cuidadosos con la higiene y procurar que el aire esté lo más limpio posible, libre de polvo y ácaros que puedan empeorar la situación.
Extremar la limpieza frente a las alergias
- Mantener la casa lo más limpia posible. Utiliza un aspirador con filtro HEPA y mopas atrapa polvo.
- Cambiarse de ropa o ducharse al llegar a casa de la calle, con el fin de eliminar los restos de polen.
- No tender la ropa al aire libre en temporada de polinización, para que las partículas de polen no se adhieran a las prendas.
- Guarda todas las revistas, periódicos, peluches, y demás objetos que pueden agravar los síntomas para los alérgicos en el interior de los armarios.
- La ropa de cama mejor si es antialérgica y procura lavarla semanalmente en un programa de la lavadora a más de 60º C.
- Las moquetas no son especialmente recomendables cuando se tiene alergia, mejor una alfombra que sea lavable fácilmente o dejar los suelos sin cubrir.
- No hay que olvidarse de las cortinas ni de los cojines, puesto que pueden acumular polvo y partículas de polen. Se recomienda lavarlos y sacudirlos con cierta frecuencia.
- Antes de irse a dormir se puede pulverizar con agua la habitación, para que el ambiente no esté tan reseco.
Cuidar la calidad del aire interior
- Ventilar para renovar el aire que tenemos dentro de casa. Utilizar ventanas oscilobatientes en su eje horizontal es una forma de hacer que el aire circule sin exponernos a fuertes corrientes. Además, una correcta ventilación ayudará a evitar las temidas condensaciones.
- No abrir las ventanas justo por la noche o al amanecer, ya que es cuando los niveles de polen están más altos.
- Cambiar con regularidad los filtros de la calefacción y del aire acondicionado, ya que van acumulando polen y ácaros. Es importante realizar un mantenimiento adecuado de estos sistemas y por parte de profesionales competentes.
- Instalar ventanas de PVC de altas prestaciones que nos aseguren un buen nivel de aislamiento y hermeticidad frente al exterior.
- Colocar un humidificador que contribuya a mantener el aire más limpio. La humedad hace que el aire circule mejor y se renueve con más facilidad. Esto ayuda a reducir el riesgo de aparición de infecciones respiratorias, y mejora los síntomas de enfermedades de este tipo, tanto crónicas como agudas: asma, alergias, catarros y gripes, laringitis…
- Si vamos a poner un purificador de aire, lo más conveniente es que sea por Filtro HEPA. Tiene capacidad para atrapar el 99,97% de las partículas del aire. Elimina el polen, las esporas de moho, los ácaros del polvo y otros alérgenos. Este sistema es uno de los más recomendados por los especialistas en alergias dada su gran capacidad para eliminar la mayoría de los contaminantes del aire, incluso los de nivel microscópico.
Ya que la alergia es la compañera obligada de muchos durante la primavera, esperamos que, siguiendo estas pautas, sus efectos sean muchos menores dentro de nuestra vivienda y permitan disfrutar de esta estación tan bonita.