Sobrecalentamiento de edificios

El cambio climático ha provocado temperaturas más elevadas y olas de calor más duraderas e intensas. Lo que influye en el sobrecalentamiento de los edificios, repercutiendo en la vida de sus habitantes. Al margen de esto, España siempre se ha caracterizado por ser un país con una gran incidencia solar, de ahí que seamos uno de los pocos países europeos donde las persianas son un básico del hogar.

Los edificios son los mayores consumidores de energía en Europa, de hecho, consumen el 40% de nuestra energía y son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Gran parte del consumo de esta energía se debe al sobrecalentamiento que experimentan muchos edificios, ya sean viviendas, o edificios industriales, o de otro tipo.

Evitar el sobrecalentamiento de edificios

Las causas del sobrecalentamiento en edificios, fundamentalmente, tienen que ver con las temperaturas externas -especialmente altas en verano-, la incidencia del sol, el uso de electrodomésticos o un mal diseño del propio edificio.

Desde Vivienda Saludable siempre hemos apostado por el cuidado de nuestro planeta y por hacer todo lo que esté en nuestra mano para no derrochar energía. Por eso, combatir el sobrecalentamiento de los edificios también es una manera de no seguir perjudicando al medio ambiente. Además, saber cómo tratar el sobrecalentamiento mejorará nuestro confort en casa y reducirá nuestras facturas mensuales en aire acondicionados. Te contamos cómo podemos contribuir a ello:

  • La ventilación es el principal medio de eliminar el exceso de calor de los edificios y reducir el riesgo de sobrecalentamiento. Una ventilación escasa o insuficiente incrementa los niveles de CO2 en el aire y hacen aumentar la temperatura, condiciones que dificultan el desempeño de cualquier tarea en el interior del edificio. Tanto la ventilación natural – basada en las corrientes térmicas del edificio producidas por la diferencia de gradientes entre el aire frío y el aire caliente- como la mecánica son claves en este sentido.
  • Si el edificio tiene grandes ventanas para aprovechar la luz solar, lo ideal sería instalar vidrios de baja emisividad, con el objetivo de reducir la cantidad de radiación solar que penetra en el interior de la vivienda. No hay que olvidarse tampoco del material del perfil, ya que por ejemplo, las ventanas de PVC ofrecen niveles de transmitancia térmica muy bajos, logrando que aunque la temperatura exterior sea alta, la ventana se mantenga a temperatura ambiente en el interior de la vivienda, no dejando pasar el calor.
  • La importancia de una buena persiana: es fundamental escoger un cajón de persiana que favorezca el sombreamiento y mantenga y refuerce las prestaciones de la ventana. Los expertos coinciden en que es básico que el cajón alcance una permeabilidad al aire Clase 4, y que esté aislado térmicamente también a nivel interno. Por ejemplo, la marca de perfiles de PVC KÖMMERLING cuenta en su catálogo de productos con RolaPlus, un cajón de persiana que cumple con las exigencias de passivhaus y proyectos EECN. Su anillo perimetral hermético, la pieza de aislamiento que incorpora y el clipado con el que queda sellado, lo convierten en una solución que reduce al máximo las pérdidas energéticas y/o entradas de aire.
  • La protección solar automatizada contribuye a que los edificios sean más resistentes al clima. De hecho, se calcula que podrían reducir el consumo energético destinado a la refrigeración de espacios en los edificios hasta en un 60% en 2050. Las soluciones de protección solar exterior como toldos, pérgolas y verandas motorizadas inteligentes permiten automatizar los dispositivos según la época del año, o detectar situaciones de viento o lluvia para recogerse y evitar desperfectos. Según un estudio de Guidehouse, permitiría evitar 100 millones de toneladas de emisiones de CO2 y ahorrar 285.000 millones de euros.
  • Instalar paneles solares térmicos favorecen la reducción del calor y, al mismo tiempo, la producción de energía renovable.
  • Los electrodomésticos pueden ser, también, una fuente de sobrecalentamiento. Por lo que resulta conveniente reducir el consumo eléctrico de ciertos electrodomésticos, lo cual se puede lograr en algunos casos aplicando recubrimientos a la cubierta del edificio que disminuya la transferencia de calor.
  • El aumento de la vegetación y de zonas con agua pueden influir positivamente, así como los tejados ajardinados o las paredes verdes. La colocación de tejados y pavimentos blancos o de colores claros también podría resultar de ayuda por su capacidad de reflejar la radiación solar.

 

Hay factores que no podemos controlar en cuanto al sobrecalentamiento de edificios, como las altas temperaturas y las radiaciones solares. Sin embargo, está en nuestra mano minimizar su efecto con pequeños gestos que repercuten tanto en nuestra salud, como en la del medio ambiente.

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