Seguro que te gustaría tener una vivienda más espaciosa, sin necesidad de hacer cambios estructurales ni reformas de ningún tipo.
Te explicamos cómo ganar espacio apostando por un diseño eficiente y saludable.
“Cuando nos proponemos hacer cualquier cambio en casa, debemos reflexionar acerca de cómo vamos a vivir en ese entorno. En este caso, no se trata únicamente de ganar espacio con los mismos metros cúbicos, sino de sentirse bien, a gusto, disfrutando de salud física y psíquica”, dice Felip Neri Gordi, arquitecto y consultor en Facility Management.
La idea es trasladar la visión práctica, funcional e innovadora que se aprecia en negocios de hostelería a nuestro propio hogar. En este sentido, se debería optar por espacios abiertos y diáfanos que agrupen varias estancias en un mismo lugar, al estilo de un loft neoyorquino. Es decir, estancias de grandes dimensiones, muy luminosas y con pocas divisiones. “Los espacios abiertos facilitan una buena calidad del aire. Yo recomiendo colocar puertas únicamente en zonas concretas, como el cuarto de baño, y disponer de una buena ventilación en la cocina. El resultado también es una distribución eficiente, desde el punto de vista energético, algo muy interesante cuando se producen cambios bruscos de temperatura”, aconseja.
Apostar por el modelo escandinavo
La corriente de decoración escandinava o nórdica, adoptada en un sinfín de viviendas, es una de las más recomendables. Ambientes cálidos, luminosos y, por encima de todo, muy prácticos. Habitaciones espaciosas con el mobiliario justo, adaptado a las necesidades de cada uno. Ventanas de gran tamaño desprovistas de cortinas que puedan generar rincones oscuros. El blanco, como color insignia, da el toque final a un interiorismo elegante que favorece ese estado wellness deseado, tras la jornada diaria.
Trucos para ganar espacio en casa
- Estancias diáfanas, abiertas e integradas en un mismo espacio, simulando el típico loft.
- Mobiliario funcional que ocupe poco espacio. Algunos ejemplos son los clásicos armarios empotrados, sofás u otras piezas plegables y armarios giratorios en la cocina.
- Jugar con la profundidad de pequeños muebles y artículos de decoración. Como espejos, de 10 o 12 centímetros de profundidad que permitan almacenar objetos de poco tamaño. La idea es jugar con la profundidad de pequeños muebles y artículos de decoración.
- Aprender a ordenar y deshacerse de aquello que no necesitemos. Podemos prescindir de todo lo que no haga falta.
- Cualquier cambio se debe realizar buscando una mayor eficiencia y accesibilidad en la vivienda.
- Los espacios abiertos facilitan la buena circulación del aire, aunque también se pueden instalar purificadores al uso si fuera necesario.
- Apostar por las ventanas de grandes dimensiones para aprovechar, al máximo, la entrada de luz natural.
- Deshacerse de cortinas y elementos textiles que generan rincones oscuros.
- Los colores claros, con el blanco como bandera, serán los mejores aliados para convertir en espaciosa cualquier habitación.
- Optar por distribuciones minimalistas. El exceso de objetos y mobiliario dificulta el paso y reduce el campo visual.
- Evitar puertas y tabiques separadores innecesarios. En el caso de necesitar alguno de estos elementos, mejor decantarse por alguno que sea corredero y que sea transparente o semi opaco.
- Aprovechar puntos “muertos” de la casa, a los que no se les ha dado uso hasta ahora.
- Instalar, en la medida de lo posible, electrodomésticos integrados en el mobiliario de la cocina.
- Incorpora espacios verticales que simulan la típica buhardilla y maximizan cualquier estancia, dándole un uso adicional. Espacios que se pueden instalar sobre la cocina, el comedor e incluso el cuarto de baño.
- Y por último, abordar cualquier cambio desde una perspectiva holística que permita sentirse a gusto en ambientes amplios, luminosos y saludables.
Con todos estos consejos, seguro que tu casa gana espacio y conseguimos mayor practicidad de uso en cada estancia.