Ahorrar en nuestra vivienda es posible gracias a una legislación cada vez más favorable.
Hoy nos vamos a centrar en uno de nuestros temas favoritos: el ahorro energético. Y es que gracias a una legislación cada vez más favorable, al desarrollo constante de nuevos productos, materiales y soluciones, y a la concienciación de empresas y ciudadanos cada día es más fácil lograrlo.
Entre otras iniciativas como subvenciones a la rehabilitación, dos cambios legislativos marcan un nuevo rumbo en este sentido: el Certificado Energético de Edificios y la actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE). El primero ya vimos cómo le afectaba a tu casa. Ahora vamos a conocer un poco más a fondo el segundo.
Poco a poco, con el inicio de la crisis y el fin del “todo vale” vamos siendo más conscientes de la importancia de no despilfarrar y de lo importante que es hacer bien las cosas, como bien resume la expresión francesa “savoir faire”. Dando a cada elemento la importancia que realmente tiene nos volvemos más proactivos y exigentes, la manera de actuar que debemos tener para convertir nuestra casa en una vivienda realmente saludable. Y la legislación en este sentido es cada vez una mejor aliada, de hecho el nuevo Documento de Ahorro Energético del CTE del 12 de septiembre va a marcar claramente un antes y un después.
Dado que se trata de un documento complejo y no queremos entrar aquí en demasiados tecnicismos, solo destacaremos que las exigencias de aislamiento que se recogen en él suponen que los espesores de aislamiento se verán duplicados en la mayoría de los casos, llegando incluso a triplicarse en determinadas soluciones constructivas y zonas climáticas. Lo mismo sucede con los huecos, las nuevas exigencias pueden aumentar a más del doble la necesidad de aislamiento de las ventanas.
Esta normativa se deberá tener en cuenta cuando se realicen obras de nueva construcción o rehabilitación de más del 25% del domicilio, es decir, que no afectará a aquellas viviendas existentes que no lleven a cabo un proceso de rehabilitación.
Este nuevo documento es un primer paso para alcanzar el objetivo marcado por la Directiva deEficiencia Energética de Edificios en cuanto a que todos los edificios que se construyan a partir de 2020 deberán ser edificios de consumo de energía casi nulo.
Otros factores que influyen en el ahorro energético…
Y si no estás pensando en rehabilitar tu casa ni en comprarte una nueva, esta normativa a priori no te afectará demasiado, lo cual no quiere decir ni mucho menos que te olvides del ahorro energético: elige electrodomésticos y bombillas eficientes, instala ventanas de calidad, adquiere y fomenta comportamientos responsables energéticamente hablando, etc.
Y también la asociación ecologista WWF nos recuerda la importancia de tener en cuenta detalles aparentemente tan insignificantes como no dejar los aparatos eléctricos en standby. El ‘consumo fantasma’ de estos aparatos puede suponer hasta un 12% la factura de electricidad.
Para aplicar medidas de ahorro y eficiencia energética en el hogar y fomentar el autoconsumo con energías renovables, WWF acaba de sacar una moderna herramienta para calcular lo que podríamos ahorrar en el hogar; echa un vistazo tú mismo a “La comunidad eficiente 2.0″.
También existen otras aplicaciones muy útiles y sencillas como la calculadora de ahorro energético de Vivienda Saludable, gracias a la cual puedes saber cuánta energía ahorras actualmente en casa y cuánta podrías llegar a ahorrar.