Instaurar hábitos saludables en edades tempranas puede suponer una garantía de salud a lo largo de toda la vida. Te contamos cómo sentar esas bases y enseñar a los más pequeños a disfrutar de una alimentación y vida más saludables.
La mayoría de las costumbres y de las acciones que diariamente realizan los niños vienen determinadas por los comportamientos de los adultos, bien sean de familiares cercanos o de ídolos televisivos. Por ello, para establecer dichas pautas saludables hay que cuidar con mucho mimo todas las señales que los pequeños perciben a lo largo del día. A modo de sugerencia indicamos una serie de pautas de alimentación saludable que con total seguridad influirán de forma positiva en los niños, aportando una base sólida para posteriores comportamientos alimenticios y rutinas diarias saludables.
Buenos hábitos alimenticios para niños
Además de los ya habituales premios para incentivar una buena alimentación, organizar a modo de juegos interactivos la elección saludable de alimentos es una práctica muy efectiva para ir introduciendo el concepto de dieta equilibrada, enseñando a los niños a combinar los alimentos de manera saludable.
Uno de estos juegos iría enfocado a ofrecer la posibilidad de elegir el desayuno que desea tomar advirtiéndoles que, según el desayuno que elijan, así será el almuerzo, indicándoles que depende de ellos el tipo de comida que harán a mediodía. Así, si desayunan frutas podrán almorzar pasta o arroz, pero si desayunan algún dulce o cereales deberán almorzar algo de verduras u hortalizas.
Este método puede ser usado con las diversas ingestas diarias, afianzando el concepto de la necesidad de variabilidad de la dieta. Es muy importante que los adultos acompañen en las elecciones de los niños ingiriendo alimentos del mismo grupo cuando ellos hayan realizado su elección.
Reducción del sedentarismo
Este es un punto fundamental a la hora de inculcar hábitos de vida saludables. Hay que tratar de evitar por todos los medios que los niños pasen horas de más delante de la televisión, del móvil, la tablet o los videojuegos.
Para ello, la mejor fórmula es acompañarlos en el día a día a realizar alguna práctica deportiva o a realizar juegos al aire libre. Los paseos en bici o en patines o los juegos con una mascota suelen ser muy atractivos para los niños y lo suficientemente motivantes para que abandonen una actividad sedentaria. Además, hay que acompañarles a subir escaleras en vez de ascensor siempre que sea posible, hacer desplazamientos a pie en vez de utilizar el coche para distancias cortas, y tratar de sustituir todas aquellas prácticas que no requieran de movimiento por otras que sí lo hagan.
Como norma general, hay que cuidar mucho los programas televisivos y las prácticas de los ídolos de niños y jóvenes. Además hay que tratar de que aquellas personas a las que admiren no realicen ninguna práctica inadecuada en su presencia.
Llevar a la práctica estos consejos ayudará también a que los adultos adquiramos los hábitos saludables adecuados predicando con el ejemplo, ya es que el método más contrastado para infundir dichas actuaciones en los más pequeños de la familia.