El ikebana (literalmente, “flores vivientes”), es una composición de motivos decorativos por medio de flores, ramas, frutos, hojas, hierbas, semillas, etc. En este arte japonés importan tanto la manera de colocar estos elementos como su manipulación, dando lugar a arreglos florales que cobran diferentes sentidos en función de las formas de la naturaleza que elijas.

Si quieres hacer tu propia composición te damos las claves para poner en práctica la decoración ikebana con la elaboración de tus propios arreglos florales.

Elementos clave para crear arreglos florales con ikebana

  1. Elige el estilo de ikebana

Hay diferentes estilos, cada uno con sus propias reglas y componentes; pero hay dos tipos principalmente: arreglo ikebana vertical u horizontal. Sea cual sea el que elijas, para llevarlo a cabo tendrás que hacerte con:

  • un soporte llano sobre el que armar tu obra,
  • alambre para fijar tu estructura y
  • las flores, ramas, etc. que vayas a colocar en tu arreglo.

2. “Piensa en verde”

Ten siempre la naturaleza como máxima: Es decir, tu arreglo tiene que tratar de ser lo más natural posible. La composición se crea en base a un triángulo escaleno en el que cada punto marca los tres elementos clave: el cielo, el hombre y la tierra.

3. Los colores, indispensables

La elección y disposición de los colores es otro de los componentes clave del ikebana. Tienes que analizar el ambiente en el que pondrás tu arreglo y la luz que tendrá. Dos trucos: Si está poco iluminado, opta por flores claras que reflejan la luz y aprovéchate de las tonalidades verdes y tierra, los cimientos de la naturaleza.

4. Piensa antes la forma que vas a crear

Dentro de la libertad que tienes, debes tratar de encontrar la forma idónea con pocos elementos, creando  espacios ligeros.

Una de las cosas a la que puedes recurrir para aumentar tus opciones es añadir objetos: poner arena o combinar flores con piedras y agua es algo muy habitual y efectivo. Una buena forma de inspirarte es salir a dar un paseo por algún parque o jardín y echar un vistazo a lo que te rodea: formas de las ramas, etc.

Una vez tengas clara la idea, debes armar la estructura principal, tal y como te hemos indicado antes con un triángulo escaleno; y  tras esto completa con otros elementos,  pero, ¡ojo! nunca deben robar el protagonismo a la base ni recargar el conjunto.

No te olvides que la esencia está en la sencillez y simplicidad del arreglo, el cual además tiene que tener una forma abierta y angular. Dedícale tiempo y comprueba que mantiene la armonía desde todos sus ángulos.

¡Ah! Una cosa que debes tener en cuenta a la hora de crear tu centro con ikebana es que la época del año en la que estés influirá directamente sobre tu arreglo: debes usar siempre flores y vegetales de temporada. Ya sabes, debes tener el respeto y la armonía con la naturaleza por bandera 😉

Imagen Flickr: Manuel M. V.

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