En verano las plantas sufren con la falta de humedad, el exceso de luminosidad y, especialmente, con el calor. Es por eso que debemos dedicarles unos cuidados extra para que sigan igual de bonitas y saludables.
Las temperaturas extremas son uno de los principales enemigos de nuestra vivienda. Tanto el frío extremo, como el calor, pasan factura tanto a la estructura y al interior de nuestro hogar, como a los que vivimos en él.
Hoy queremos fijarnos en uno de los seres vivos de casa que también sufren con el calor. Nos referimos a las plantas. Y, desde Vivienda Saludable, queremos compartir una serie de consejos sencillos para evitar que las altas temperaturas causen estragos en ellas.
Por supuesto, si te vas a ir de vacaciones es importante que no te olvides de tus plantas y las dejes con suficiente agua, entre otras cosas.
- Ajusta el horario de riego: El momento más recomendable para regar tus plantas en horario estival es a primera hora de la mañana, o ya por la noche. Se trata de evitar las horas del día donde más calor hace, ya que a esas horas el agua se evapora con mucha más rapidez. En concreto, muchos expertos coinciden en que se riegue a partir del amanecer, porque es cuando la planta y el suelo están más fríos, además de ser cuando comienza a estar activa.
- Ajusta, también, el modo de riego. Las altas temperaturas traen consigo un aumento de la evaporación, por lo que tendemos a creer que nuestra planta necesita más agua si vemos que se acumula en el plato que solemos poner debajo. Para no encharcarla y no derrochar agua, prueba a regar despacio y dejando empapar las raíces a fondo. Si tienes dudas sobre si la planta necesita más agua, mete un dedo en el sustrato para comprobar su nivel de humedad.
- Busca un nuevo emplazamiento para ellas. Para evitar que las hojas y las raíces de las plantas se quemen, no deben estar expuestas directamente a los rayos de sol. Es mejor dejarlas en una zona fresca donde haya sombra y, a ser posible, que se mantengan entre los 20 y 30 grados, siempre con mucha luz natural indirecta, con la máxima claridad posible. Si no puedes cambiar tus plantas de sitio por falta de espacio, tamiza la luz con una cortina.
- Mantén la zona de plantas ventilada durante el verano para que el aire circule, la estancia se refresque y las plantas puedan desarrollar sus funciones correctamente.
- El pulverizador, tu mejor aliado. El uso habitual de un pulverizador sobre las hojas aumenta, en gran medida, el nivel de humedad alrededor de las plantas y reduce la temperatura.
- Cuidado con el aire acondicionado. Es conveniente alejar las plantas del chorro directo que sale del aire acondicionado y/o situarlas lejos del ventilador.
- Atención a los insectos: Procura prestar especial atención a todas las partes de las plantas para comprobar que ninguna enfermedad les está atacando. Puesto que muchas plantas se encuentran en época de floración en verano, la aportación de nutrientes es fundamental para evitar enfermedades y plagas. Sería bueno aplicar más abonos y fertilizante en esta época que en el resto del año
- Si es posible, cambia de macetas. Es recomendable escoger macetas de cerámica o de otro material que sea transpirable. así evitarás que el exceso de calor las marchite.
- Protege la tierra. En los momentos en los que el calor y el sol son muy intensos, sobre todo en exteriores, una forma de ayudar a la planta a conservar la humedad de la tierra consiste en colocar cortezas o paja sobre ella.
Tampoco hay que olvidarse, tanto en verano como en invierno, de limpiar las plantas para eliminar el polvo y la suciedad que no las dejan “respirar” Asimismo, también es recomendable quitar las hojas y flores que ya estén secas, porque absorben agua y hacen que el resto de la planta no se pueda desarrollar.