Pareja feliz midiendo muebles

¿Al fin te independizas? ¿Estrenas casa? ¿O es que has hecho obra? Sea cual sea tu caso, tienes una necesidad: muebles. Cuestión de estilo, ocasión, ¡o economía! aquí, una serie de consejos (fáciles) para elegir esas piezas que serán tus nuevos compañeros, ojalá por mucho tiempo.

  • Mide: sí, parece obvio y muy sencillo. Tanto, que a veces se nos olvida y partimos a por nuestro nuevo sofá y elegimos sin saber si nos quedará sitio para algo más en el salón. Antes de que el estropicio se materialice, coge un metro y mide la habitación y el espacio donde irá tu nuevo mueble en cuestión. Así, ni te sobrarán ni te faltarán centímetros. ¡Muy importante!
  • Piensa: ¿para qué necesito ese mueble? ¿Qué función tendrá en casa? ¿Almacenaje, decoración, alegrar un rincón muerto? Ir con las ideas (y el presupuesto) claras es un buen recurso para evitar dejarnos llevar por las múltiples tentaciones de las tiendas de decoración y volver llenos de cosas, pero sin lo que de verdad necesitábamos.
  • Sé fiel a ti mismo: esto es, compra donde de verdad te guste. Un mueble debe acompañarte mucho tiempo y si se acopla a tu personalidad, ¡mejor que mejor! Vintage, clásico, práctico, modernísimo… hay tantas tiendas como estilos, por lo que si buscas alguna que se adecue al tuyo, evitarás cambiar esa pieza muy pronto.
  • Documéntate: puedes buscar publicaciones sobre decoración con ideas de colores y combinaciones de texturas, materiales, textiles, y además comparar precios online para tener una idea de cuánto vas a gastar…
  • Sé realista: analiza cómo es tu casa. ¿Grande? ¿Pequeña? ¿Llena de pasillos? ¿Diáfana? Según sea tu espacio, recuerda que debe haber proporcionalidad en tus muebles, en tamaño y en estética. Por mucho que te guste, una chaise-lounge en un piso muy pequeño puede resultar un disparate. Si la casa es pequeña, las piezas multifuncionales serán mejor solución.
  • Pruébalos: sí, como en las películas: siéntate en el sofá, prueba la comodidad de la cama que te vas a llevar, o mira a ver qué tal te encuentras en esa silla. ¡La comodidad es muy importante!
  • Invierte: es verdad que a veces nos duele el bolsillo, pero un buen mueble será más duradero que otro de mala calidad. Por lo que si te has tomado tantas molestias para elegir, ¡hazlo a conciencia hasta el final!
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