A raíz de la pandemia del coronavirus y la preocupación por la calidad del aire, los purificadores de aire parecen haberse puesto muy de moda. Pero, ¿son tan eficientes como prometen? ¿tienen alguna contraindicación su uso? En Vivienda Saludable ponemos los purificadores de aire a examen.
Desde hace algún tiempo, cada vez estamos más interesados en la calidad del aire que respiramos. El aumento de los niveles de contaminación ha traído consigo un deterioro de ese aire, con consecuencias nocivas para nuestra salud.
Si bien está en nuestra mano ayudar a reducir esos niveles de contaminación con sencillos gestos que ya conocemos: usar más el transporte público y menos el coche, no abusar de la calefacción o el aire acondicionado, etc. En muchos hogares han apostado por el uso de un purificador de aire que les ayude a respirar más saludablemente.
Básicamente un purificador de aire es un dispositivo que hace pasar el aire, a través de unos filtros dispuestos en su interior, con el objetivo de eliminar los posibles contaminantes existentes en el mismo. Además de los filtros, pueden emplear otros métodos o la combinación de varios de ellos (prefiltros de carbono, ionización, luz ultravioleta, etc.). Este ciclo se repite haciendo que el flujo de aire de la habitación recircule. Es por lo tanto muy importante que el purificador de aire tenga un nivel alto de flujo de aire para mantener el ambiente limpio.
Es importante recalcar que el uso de un purificador de aire nunca debe sustituir a la ventilación. La primera elección debe ser la renovación natural del aire, es decir, abrir puertas y ventanas (que se encuentren preferiblemente en lados opuestos de la sala). Los purificadores de aire pueden ser un extra para ayudarnos en esa tarea.
A continuación, desde Vivienda Saludable os contamos cuáles son los principales ventajas e inconvenientes de estos dispositivos:
Ventajas de los purificadores de aire:
- Consiguen renovar el aire de la estancia. En función del filtro y las tecnologías de las que disponga, son capaces de reducir o eliminar virus, bacterias, hongos y levaduras del aire, así como contaminantes químicos como Compuestos Orgánicos Volátiles (COV’s), formaldehídos, Monóxido de Carbono (CO), etc. En una habitación sin ventilación, o mal ventilada, se puede acumular dióxido de carbono y, respirar demasiado esta sustancia puede provocarnos dolores de cabeza, mareos, debilidad y aumento en la frecuencia cardiaca y presión arterial. Un purificador de aire elimina este dióxido haciendo que el aire que se respire sea más fresco.
- Neutralizan los olores: Los ionizadores de aire o los purificadores de aire con un buen filtro de carbón activo van a conseguir eliminar los olores de la cocina, mascotas o humo del tabaco. De esta forma, rápidamente el aire se notará más ligero y fresco.
- Pueden retener partículas de pelo, polen y ácaros, con lo que eliminan las partículas del aire, reduciendo las alergias. Y también pueden proteger, a largo plazo, de enfermedades respiratorias
- Contribuyen a mejorar la calidad del sueño. Mucha gente, a causa de problemas de alergia y asma, no duerme bien como consecuencia de los estornudos, tos frecuente o dificultad para respirar bien. Un ambiente limpio y fresco reduce estos síntomas para dormir mejor.
Desventajas de los purificadores de aire:
- Como cualquier aparato electrónico e, independientemente de la tecnología que utilicen, exigen un cierto mantenimiento. Generalmente, se basará en limpiar y sustituir los filtros según indique el fabricante. Dichos filtros tienen una duración aproximada de entre 6 meses y un año, en función del modelo.
- No es un aparato especialmente económico. Su precio oscila entre los cien y los quinientos euros.
- En ocasiones, pueden resecar demasiado el aire.
- El consumo energético que generan es elevado cuando tratan cantidades importantes de aire, lo que puede repercutir negativamente en la factura de la luz.
- Algunos de estos dispositivos pueden generar ruidos molestos o desagradables.
En definitiva, los purificadores de aire son aparatos de gran utilidad para la renovación del aire en casa. Y, para personas que padecen algún tipo de enfermedad respiratoria, su uso puede ser recomendable si lo prescribe el personal sanitario. Eso no quita que una correcta limpieza y ventilación sean las claves para mejorar la calidad del aire de nuestra vivienda.