Síndrome Edificio Enfermo

El síndrome del edificio enfermo se relaciona con el estado de un inmueble. Normalmente una oficina de trabajo, aunque también puede ser una vivienda, que causa malestar y diferentes síntomas que afectan al rendimiento y a la salud de las personas que están en él.

Desde 1982, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) como el conjunto de enfermedades que sufren las personas que habitan espacios con unas condiciones deficientes de calidad de aire interior.

Según los expertos, los distintos síntomas del SEE pueden darse en el ámbito físico y en el psicológico, e incluyen entre otros, irritación de las vías respiratorias, dolores de cabeza, náuseas, alteraciones cutáneas, fatiga, mareos, irritabilidad, ansiedad, estrés, etc.

En Vivienda Saludable vamos a repasar algunos de los posibles desencadenantes que provocan este síndrome, pero también las soluciones que se pueden adoptar al respecto:

Causas del Síndrome del Edificio Enfermo:

  • Ventilación insuficiente: es clave aprender a ventilar correctamente cada una de las estancias de nuestra vivienda por nuestra propia salud y la del edificio donde vivimos y trabajamos.
  • Humedad relativa: la humedad en edificios aparece principalmente por deficiencias en su hermeticidad o impermeabilización, además de la ausencia de un sistema de aislamiento térmico.

El intervalo de humedad relativa ideal más consensuado se ha establecido entre el 20 y el 60% (siendo los mejores valores los que van del 30 al 50%). Tener unos niveles más bajos pueden ocasionar sequedad en membranas mucosas, mientras que los niveles que sobrepasan este umbral pueden favorecer la aparición de hongos.

  • Olores: los olores nocivos pueden ir desde gases y vapores hasta las sustancias contaminantes que provocan las personas (por ejemplo, CO2). Este tipo de fenómenos pueden generar malestar e irritación que, a su vez, se traducen en potenciales problemas como ansiedad o estrés.
  • Una iluminación deficiente, por culpa de brillos excesivos, contrastes insuficientes, destellos, ambientes con niveles de iluminación bajos o el uso prolongado de pantallas.
  • Presencia excesiva de agentes contaminantes.
  • Exceso de ruido: el aislamiento acústico adecuado de un edificio es esencial para evitar el síndrome del edificio enfermo y síntomas asociados como irritabilidad y fatiga, entre otros. Infrasonidos, tonos puros y ruidos de baja frecuencia son particularmente problemáticos.

 

Soluciones frente al síndrome del edificio enfermo

  • Mantenimiento de un nivel de humedad adecuado dentro del edificio, como hemos dicho anteriormente, los niveles recomendados se encuentran entre un 30% y 70%.
  • Un buen aislamiento térmico, que contribuya además a no derrochar energía.
  • Mejora de la calidad del aire interior. Algo que pasa por la identificación y eliminación de las fuentes de contaminación y el reemplazamiento de aquellos materiales y productos que produzcan COV (compuestos orgánicos volátiles). Además de por realizar una correcta ventilación, tanto los meses de verano como los meses de invierno. Sin olvidar la limpieza periódica de los conductos de ventilación para eliminar las bacterias y poner al día los filtros de ventilación y equipos de climatización.
  • Control del ruido, que se puede conseguir con ventanas y puertas de altas prestaciones que garanticen un correcto aislamiento acústico, como las ventanas de PVC con sistemas Kömmerling.
  • Mantener una temperatura confortable. Lo ideal se encuentra entre los 22 y 24 grados,
  • En el caso de las oficinas y/o espacios de trabajo, mantener bien almacenados los productos químicos. Los utilizados para la limpieza, los cartuchos de las impresoras, las calderas u otros relativos al cuidado del espacio deben estar guardados correctamente para evitar un mal uso o vertido de cualquier tipo.
  • Desarrollar materiales de construcción no contaminantes y una mejor identificación de la naturaleza de los contaminantes y de sus fuentes.

Por fortuna, la problemática del SEE es algo que cada vez se tiene más en cuenta a la hora de diseñar y construir espacios de trabajo y vivienda, lo cual repercute en un mayor bienestar de las personas.

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