Vivienda Saludable

Cómo se arregla una puerta hinchada por la humedad

puerta hinchada

De manera que los problemas de humedad afectan, tanto a la calidad y vida de los muebles como a la salud de toda la familia. Especialmente en determinadas épocas del año, como el invierno, puede ser que tengamos muebles (puertas, armarios…) hinchados a causa de la humedad. ¿Cómo arreglarlos?

 

¿De qué manera podemos reparar una puerta hinchada?

Una puerta hinchada por la humedad que habita en el baño, por ejemplo, está estropeada y, como consecuencia, no cierra bien. Realmente, no es tan fácil de reparar, por lo que muchos profesionales aconsejan cambiar la puerta por otra de mayor calidad.

 

Si decidimos arreglarla, primero revisaremos donde se ha hinchado, mirando bien todos los cantos. Luego los marcaremos con un lápiz, sea el canto de la puerta o el marco, pues ambos pueden estar hinchados. Posteriormente, debemos esperar a que la puerta se deshinche y veremos cuál es el problema: falta de acabado en el canto o bien que la pintura se ha desgastado.

 

Si el roce es pequeño, cojamos una lija de mano y frotemos hasta comprobar que entra bien. Si el roce es fuerte y se necesita un trabajo algo más complicado, se coge un cepillo y se repasa la zona todo lo necesario. No hace falta repasar toda la base de la puerta sino solo el espacio donde roza.

Cuando el problema es la pintura, aplicaremos una para madera, a poder ser, del mismo color que el de la puerta. Pero si tiene barniz, es importante leer las instrucciones del barniz porque entonces resulta algo más complicado de reparar.

 

 

Cómo evitar humedades en casa

En 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la «Guía sobre calidad de aire interior: humedad y moho» y concluyó que las personas que viven en edificios con humedad están en riesgo de desarrollar síntomas del tracto respiratorio superior e inferior, entre otros. Por tanto, antes de que las puertas se hinchen y de desarrollar enfermedades debido a la humedad, es mejor prevenir este problema.

 

 

Una mejor ventilación

Cuando ventilamos nuestro hogar, el aire circula y se evita la condensación, que es una de las principales causas de la humedad. Ventilar es una acción fácil y sencilla, basta con hacerlo unos minutos al día, abriendo ventanas, especialmente del baño y la cocina.

 

 

Mantener una calefacción eficiente

La calefacción en invierno, aunque necesaria, puede producir más humedad que el frío. Lo normal es que, según la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, la tengamos a una temperatura media de unos 200, y por la noche la bajaremos a unos 150. Con ello, también ahorramos consumo.

 

Las ventajas de los deshumificadores

Estos aparatos ofrecen muchos beneficios, entre otros, eliminan, en gran parte, los ácaros, el moho y los hongos que propician la humedad. La ventaja es que mantienen la humedad ambiental por debajo del 50%.

 

Buen aislamiento térmico

Instalar ventanas y puertas de calidad, y con un buen aislante térmico es una buena medida para reducir la humedad en el hogar. Cuando no aíslan correctamente, el agua se condensa en los cristales y la humedad crece en diversas estancias. El PVC, con el que se fabrican los sistemas KÖMMERLING, es un material que goza de un alto nivel de impermeabilidad al aire y lluvia, así como de resistencia frente al viento y las cargas. Las esquinas de las ventanas con sistemas KÖMMERLING están soldadas y no pegadas, lo que ofrece una total estanqueidad al agua, al viento y a la contaminación. Algunos perfiles de ventana incluyen sistemas de ventilación controlada (KöCLimat), que permiten el paso controlado de aire del exterior sin que la ventana pierda propiedades acústicas o térmicas.

 

 

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