El listado se divide en lo que se llaman “partidas”, éstas son las partes o sistemas que se van a tocar en nuestra casa. Debes examinar cada una de ellas y entender dónde las van a colocar.
Uno de los puntos más importantes es la calidad de los materiales que van a colocar: el presupuesto debe especificar marcas comerciales o, al menos, características técnicas de los productos presupuestados, de manera que sea posible saber de antemano el nivel de lo que estamos comprando. La calidad definirá el confort de la vivienda durante muchos años, hay que prestarle mucha atención. Además, de esta manera podemos comparar unos presupuestos con otros: es muy difícil saber cuál es el mejor precio sin conocer los detalles de lo que nos están ofreciendo.
Por otra parte, debemos asegurarnos de que el presupuesto incluye la instalación de todo lo que nos han ofertado. Así mismo, en caso de que haya que desmontar un elemento previo, queremos que el valor monetario final sea el real, con todo. Por ejemplo, si cambio la caldera, necesito que desmonten y se lleven también el aparato antiguo que yo tuviera. También debe incluir la recogida de escombros.
Si tenemos constancia de que haya algún Plan Renove, como los habituales de ventanas, calderas, ascensores, accesibilidad, etc… no está de más especificar al contratista que queremos acogernos al plan, y gestionarlo nosotros mismos si hace falta.
Por último, para tener un valor final real, no podemos olvidar el importe del IVA. Muchas intervenciones en vivienda están bonificadas con un tipo reducido de IVA del 10%, consulta aquí si tu idea cumple los requisitos.