La rutina nos llena de obligaciones que hacen que nos estresemos muchas veces sin darnos cuenta. Pero si sigues una serie de pautas es posible reducirlo para vivir de manera más saludable.

Vivimos estresados, eso es un hecho. El trabajo, la casa, las facturas, las prisas, el tráfico, los problemas… Un largo etcétera de preocupaciones que revolotean en nuestra cabeza día sí y día también. Quien más y quién menos se siente estresado de vez en cuando, pero en ese momento hay que parar, respirar hondo y recordar los consejos que os vamos a dar en este post. Veréis como la cosa mejora.

– Carpe Diem

Éste es nuestro primer consejo y nuestro preferido: vive el momento. El pasado ya está escrito y el futuro es impredecible, así que preocúpate sólo del aquí y el ahora y de lo que realmente vale la pena. No malgastes el tiempo preocupándote de cosas que en realidad no son importantes porque la vida es muy corta como para malgastarla. Además, piensa que al final todo tiene solución menos una cosa. Da un nuevo enfoque más optimista a tu vida. Sabemos que a veces por las circunstancias es difícil, pero no dejes de intentarlo cada día.

– Mantén buenas relaciones con los demás

Unido en parte a lo anterior, intenta llevarte bien con la gente que te rodea, sobre todo con los que tienes que pasar bastantes horas al día (por ejemplo, los compañeros de trabajo). No te enfades por tonterías e intenta siempre ser comprensivo, colaborador y ponerte en el lugar del otro.

– Organiza bien tu tiempo

Ya verás como si te organizas bien el día, te da tiempo a todo y hasta te sobra (y esto lo puedes aplicar igualmente al trabajo), todo irá mejor. Aprende a priorizar tareas y a descartar aquellas que no te aportan nada o son innecesarias.

– Cuida de ti mismo

Aunque trabajes mucho y tengas poco tiempo libre, si cumples el punto anterior, lograrás sacar algún momento en el día para hacer lo que realmente te gusta, con aquello que de verdad disfrutas. Incluso descúbrete a ti mismo nuevas aficiones y cosas que te hacen sentir realizado y feliz.

– Descansa como es debido

¿Cómo nos vamos a enfrentar a un duro día de trabajo si no hemos dormido bien? Siete horitas de sueño son lo mínimo para sentirte en plena forma y lleno de energía al día siguiente. Y es que es de lógica: si no le cargamos las pilas, la máquina no funciona. Si te cuesta conciliar el sueño, prueba con alguna infusión relajante antes de ir a la cama.

– Come bien

Es tan importante como el punto anterior, ya que sin alimentarnos bien, es imposible tener las energías necesarias para ‘comernos’ el día. Hay que comer de todo y de forma equilibrada, sin excesos, aunque de vez en cuando darnos algún capricho no hace mal a nadie. Es importante comer con un mínimo de tranquilidad, disfrutando de cada bocado y, si es en compañía de nuestros seres queridos, mejor que mejor. ¡Ah! Y no te olvides del desayuno, que muchas veces lo dejamos de lado, a pesar de ser la comida más importante del día.

– Haz ejercicio

De verdad, si no lo haces ya, haz la prueba, verás como te sientes mucho mejor. Seguro que hay algún deporte que te gusta. Empieza a practicarlo regularmente, pero sin presiones. Verás como es una forma de desconectar de todo, descargar tensiones y sentirte más sano y hasta más vivo y más guapo. No olvides aquello de ‘Mens sana in corpore sano’ .

– Aprende a relajarte

¿Realmente sabes relajarte? ¿Estás seguro? A muchas personas les cuesta ‘desenchufarse’, dejar la mente en blanco y lograr alcanzar realmente un estado de relajación. Pero cuando se consigue realmente es tan gratificante y te sientes tan renovado, que vale la aprender a hacerlo. Si te cuesta relajarte por ti mismo, aquí tienes algunas técnicas de relajación. El yoga también puede ser un buen aliado en este sentido.

– Mima tus relaciones con familia y amigos

En tu tiempo de ocio, y especialmente en vacaciones, olvídate del móvil, las redes sociales, el correo electrónico y demás aparatos y elementos que ‘controlan’ nuestra vida. Reúnete con la gente que quieres cara a cara, disfruta de ellos, charla, ríe, llora… Ellos son tu mejor antídoto contra el estrés y la clave para disfrutar de la vida plenamente.

 

Imagen Flickr: Damian Gadal

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