La calidad y eficiencia de los edificios va a mejorar radicalmente en las próximas décadas y la razón no es que las normativas cada vez sean más exigentes, es que las cosas ya no se comprueban sobre el papel, si no sobre la realidad.
Existen instituciones que se dedican a medir el comportamiento de los edificios una vez terminados para certificar que cumplen con determinados estándares de eficiencia energética.
Algunas de las técnicas que utilizan son muy efectivas y están disponibles para todo el que quiera un diagnóstico de la construcción de su vivienda. Cada vez son más las empresas españolas dedicadas a esta tarea, pues es previsible que sea algo muy demandado a corto plazo.
Conozcamos las técnicas más habituales y cómo funcionan:
Termografía
Esta técnica permite registrar la temperatura de un elemento sin necesidad de entrar en contacto físico con él. El resultado es una imagen del edificio que es un mapa de la temperatura a la que se encuentra cada elemento, lo que nos permite saber qué elementos pierden más o menos calor del interior.
Con esta “radiografía” del edificio podemos saber si los técnicos han hecho bien su trabajo, sellando el perímetro de las ventanas o aislando bien toda la superficie de los muros sin discontinuidades o defectos en las juntas entre paneles. Por ejemplo, en la termografía siguiente podemos ver que esta medianera aparentemente homogénea tiene grandes puentes térmicos en los cantos de forjado y estructura vertical.
Blower Door
Con esta herramienta ponemos a prueba la hermeticidad de la vivienda, lo que se conoce como estanqueidad. En los edificios convencionales tenemos un flujo constante de aire que entra y sale por diminutas grietas en los muros y aperturas en la unión entre elementos. Es lo que se llama infiltraciones.
Una construcción de calidad y eficiente debe eliminar este intercambio de calor indeseado por completo y es con el ensayo Blower Door como se comprueba que así se haya hecho. De esta manera, sabrás si te están cobrando por una obra mal ejecutada.
Así funciona: Con todas las rejillas y huecos tapados como la campana cocina o el sistema de extracción del baño, se coloca una máquina Blower Door en la puerta principal de la vivienda para despresurizar el interior. El gran ventilador extrae continuamente el aire interior y, posteriormente empieza a aspirar aire exterior que entra por las ranuras de las paredes.
Conocemos el caudal de aire que mueve el ventilador, de manera que, conociendo el volumen interior de la vivienda, podemos saber cuánto aire entra desde el exterior. En el interior se pueden utilizar anemómetros o cámaras termográficas para localizar las infiltraciones.
En el vídeo se ven perfectamente todos los pasos:
Como veis, el resultado de un Blower Door se puede traducir al tamaño del agujero en los muros que tenemos como equivalencia al de todas las pequeñas grietas juntas, para hacernos una idea de cómo de grave es el problema.
Con estas técnicas podrás conocer el estado de tu vivienda y la calidad del trabajo de construcción que has contratado. Esperamos que se conviertan en prácticas habituales en las promotoras, constructoras y por parte de la Administración para que los derechos del cliente estén lo más protegidos posible desde el comienzo de las obras.